viernes, 30 de diciembre de 2011

HA NACIDO EL NIÑO (Manuel Chaparro Wert)

Herodes pasea su gozo
por el río Nilo;
las orillas le regalan
laurel y mirto.

Los esclavos gimen, presos,
limpios de delito.
Ha nacido el niño.

Nerón entona sus versos
con voz de invertido;
Roma, sumisa, le aclama
augusto y divino.

En las catacumbas penan
los hombres de Cristo.
Ha nacido el niño.

Atila invade naciones
y azota lo divino;
toda la tierra se ofrece
a su salvajismo.

Y la voz del bien se ahoga
en la voz del vicio.
Ha nacido el niño.

La humanidad gana el cielo
infinito
con ingenios que son armas
de exterminio.

Cuanto más sabio, más miedo
tiene el hombre de sí mismo.
Ha nacido el niño.

martes, 26 de julio de 2011

NIÑOS DE LA MINA...

(Poema galardonado con el primer premio en el Certamen "18 de julio" de 1.958)



En el yermo cansado
juegan los niños.

Livideces de hierro torturado
en los cárdenos riscos,
como una queja humilde, resignada,
del terreno vencido.

No hay madroñas, ni murtas,
ni jaras, ni tomillos;
no hay arroyos, ni peces; y las aguas,
presas de avaro rito,
en los negros canales
sueñan espumas de fecundos ríos.

El bosque, ausente, niega sus sorpresas
de frutos y de nidos...

Herencia de sol rojo,
en brusco imperativo,
abruma, desde el padre,
esta presencia atónita del hijo.

Del ruido de la mina
las hadas han huido,
y el niño de los cuentos
no vive en estos niños...

En los ojos pueriles
un anhelo inefable de infinito.


Esmeralda Moreno Fernández.

sábado, 25 de junio de 2011

TUS OJOS MINERA

Tienen tus ojos, minera,
el color de la esperanza,
y en la gloria de tu rostro
son como dos esmeraldas,
que pregonan al mirarte,
la belleza de tu alma;
aguas marinas dormidas
en ternuras tibias, mansas,
que se encienden en reflejos
de promesas puras, albas;
pureza de plenilunio
en noche serena, diáfana;
diafanidad de los cielos
besados por la luz del alba.

Minerva te dio sus ojos
para asombro de las hadas....

Pero vela, sin embargo,
el palio de tus pestañas,
una íntima tristeza,
una secreta nostalgia
que acentúa tu sonrisa
cuando miras, cuando hablas.

¿Que secretas inquietudes
hay, minera, en tu mirada
que se pierde en lejanías
recónditas, ignoradas...?

¿Que prematuras congojas
ponen esa pincelada
de triste resignación
en tu carita serrana?

¿Porque tienes esa pena...?
¿Porque tu risa no canta
y tu voz tiene matices
y trémolos de añoranza?

¿Algún malogrado amor
dejo en tu pecho grabada
la huella del desengaño
y vives acongojada
por el recuerdo enojoso
que torturó tu alma cándida?

¿O es que el ambiente minero
trenza en tu desesperanza
sinfonías de amargura
que entenebrecen tu alma?

En tu sonrisa de mieles
tiemblan angustias lejanas...

Dime, minera: ¿por qué
hay tristeza tu mirada
siendo tus ojos tan bellos,
siendo tan linda tu cara,
tan dulces tus labios rojos
y ese rosario de nácar
que luces cuando sonries
con esa sonrisa amarga?

¡Hazme, minera bonita,
confindente de tus ansias,
y yo elevaré a la Virgen
una encendida plegaria,
para que luzca en tu rostro
la divina llamarada
del fuego de tus pupilas
-caricia, luz, esperanza-,
y suenen los cascabeles
de tu risa libre, franca,
como un repique de gloria
al despuntar la mañana!

DE FRANCISCO ARRANZ GARCÍA DEL LIBRO POEMAS DE LA PEÑA LITERARIA RIOTINTO SEGUNDO VOLUMEN.

viernes, 24 de junio de 2011

LA CORTA, SOLA

Poema distinguido con "áccesit" en el Certamen Literario "18 de julio" convocado por el Ayuntamiento de Riotinto. 1958.
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La Corta está dormida...
¡No!
Nunca duerme la Corta.

Yo he escuchado el silencio
que, vestido de sombras,
de banco en banco sube,
de piedra en piedra brota,
y canta, grita, rie,
se oculta..., vuelve..., llora,
remendado el trajín
de las locomotoras,
vociferando ecos
de barrenos que explotan.

Pitos parodia el viento
al romperse en las rocas;
y un oculto sonido
de garganta traidora
al aire presta el ruido
de las excavadoras.

Túneles que bostezan,
con desdentadas bocas,
banquetes de vagones
y añoranzas de auroras.

Vias que, por la noche,
optimismo pregonan...

La luna miente plata
paralela en la absorta
misión de los railes...

Todo es paz... Se desboca
la paz. Un rezo sube
en espiral a Dios;
reza la Corta
y espera la mañana...


¡Un hálito de gozo
pone blancas las sombras...!





NB: Poema rescatado del libro POEMAS MINEROS, publicación de la Peña Literaria "Rio Tinto" Segundo Volumen de 1958

F. Núñez

lunes, 8 de marzo de 2010

RELATOS CORTOS

EL MISTERIO DE LA CRUZ DE SANTA BÁRBARA


Allá por el año 1996, llegó un muchacho Francés de unos veinte años de edad, a pasar las Fiestas Navideñas en casa de su buen amigo minero Juan. Era un chico alto, de pelo castaño y lacio peinado hacia detrás con mirada intensa co-lor verde-agua, piel blanquecina como el más blanco mármol y delgado pero a la vez musculoso. Gerard, que así se llamaba el chico, llegó a Minas de Riotinto la madrugada del día 3 de Diciembre en el autobús que venía desde Sevilla y su buen amigo Juan le esperaba en la parada de autobuses que está al lado del minero. Cuánto ansiaba Gerard encontrarse con su apreciado hermano y amigo minero después de dos interminables años de estudio en Le Pecq (Francia) y cuánto deseaba volver a ver la octava maravilla del mundo, como él llamaba cariñosamente a las hermosísimas Minas de Riotinto.
Nunca hasta entonces había venido en Fiestas Navideñas y le emocionaba tremendamente la idea de ver sobre todo la hermosa CRUZ DE SANTA BÁRBARA iluminada el 4 de Diciembre, pues tanto le había relatado Juan la belleza del paisaje minero con la Cruz reluciente, como una gran señora que todo divisa y a todos encanta, que prefirió venir en estas fechas en lugar de en verano como había venido haciendo hacía ya unos pocos de años desde que era un niño.
Después de un largo descanso en casa de Juan, Gerard se levantó con espíritu aventurero decidido a explorar algún que otro rincón perdido de sus ad -miradas y queridas Minas de Riotinto, así que propuso a Juan una salida con víveres incluidos al amanecer de aquel día con la única condición de volver a la caída de la tarde para evitar así el anochecer. Prepararon poca cosa de alimentos para no llevar exceso de peso y partieron así a la aventura sin saber lo que el destino les tenía preparado.
Corta atalaya, 10:30 de la mañana.
-Juan, pásame la cuerda, voy a deslizarme hasta el fondo, ah y la linterna por favor.
-Vale pero creo que está un poco hondo, ¿seguro que quieres bajar ahí abajo?, yo que tú no lo haría, que conste que te advierto amigo mío, no me gustaría tener que avisar a los bomberos, de acuerdo.
-Anda hombre si tenemos cuerda bastante y recuerda que hice cursos de supervivencia, tú eres un cagao tío, no me digas que tienes miedo.
-No, no te lo digo tío, tengo respeto a lo desconocido, no sabes lo que podrás encontrar ahí abajo, pero bueno, te ayudaré en lo que pueda, venga dame instrucciones.
-A ver, ocúpate de que la cuerda esté siempre bien segura y sobre todo no me sueltes rápido o tendremos tontería cuando suba.
-Eso está hecho, no te preocupes y descríbeme todo lo que veas, que seguro que será una pasada. ¿Llevas la cámara?.
-Sí es una buena cámara, última tecnología japonesa colega.

Poco a poco, con mucho cuidado fue soltando cuerda para que bajase Gerard al fondo de la galería, sin darse cuenta que un saliente picudo iba segando centímetro a centímetro la fuerte y resistente cuerda hasta que uuuuuaaaaahhhhh un fuerte grito retumbó en la lúgubre caverna……
-Geraaaaaaard…..
-Contéstameeeeee por favoooor
Nervioso y confundido Juan salió corriendo a dar parte del accidente y a llamar a la policía, los bomberos y todo aquel que pudiese ayudarle a rescatar a su buen amigo…..
En el fondo de la oscura galería con un fuerte sock en la cabeza y duramente golpeado por enormes piedras de mineral variado, estaba Gerard inmóvil en el frío suelo cubierto de una capa de polvareda rojiza y algunas rocas pequeñas desprendidas de las paredes por la brutal caída. En sus pensamientos, como en un profundo sueño se comenzaban a ver figuras con palas, cascos antiguos y focos de carburo…….parecía que un convoy de ancestrales mineros se dirigían a su encuentro……..
Gerard no supo en realidad cuántas horas estuvo inconsciente, pero….. Cuando empezó a entrar en sí experimentó una rara sensación de estar en otro mundo …… y aturdido todavía por el fuerte golpe intentó ponerse en pie y buscar su mochila o al menos la linterna pero buscó en vano pues cuando cayó las piedras salientes se iban derrumbando detrás de él de tal forma que, la mochila y demás útiles incluyendo la cámara de alta tecnología, fueron enterradas por las rocas y no pudo localizarlas porque la luz que venía de arriba había sido tapada por las rocas que se habían desmoronado como si de un gran alud rojizo se tratase. Enormemente magullado, ensangrentado y aún más confundido y desorientado por el golpe, echó a andar a gatas hasta encontrar mediante el tacto un sitio donde ponerse erguido para ir recorriendo los túneles hasta encontrar alguna salida…… pero ……aquello era interminable. De vez en cuando le sobrevenía algún que otro golpe, pues la oscuridad es traicionera y notaba el aire cargado de un olor agrio entre mineral oxidado y sangre, sin atreverse a gritar o a pedir auxilio por miedo a los desprendimientos …..de pronto, algo pequeño y escurridizo le rozó la pierna con rapidez, ñiiiiiii un chirrido de algún animalito, una rata o ratoncillo pasó por su lado como una exhalación……..
Mientras Juan fue al pueblo corriendo, como alma perseguida por el diablo, y avisó a todo aquel con quien se encontraba para que le ayudasen en la tarea de rescatar a su “hermano franchute” como él lo llamaba cariñosamente, consiguiendo así formar un grupo de hombres armados con picos, cuerdas, linternas y hasta una ambulancia por si su amigo estaba malherido, se dirigieron hacia el lugar donde había sufrido el accidente Gerard y preguntaron como se había caído, la hora, etc…..a lo que Juan respondió con rapidez, pero sobre todo lo que más pedía es que sacaran a su amigo con vida de ese agujero.

Ñiiiiiii, los ruidos escuchados por Gerard seguían hacia adelante y se dirigían hacia la derecha de la cavidad……
Booooommmm, la cabeza de Gerard parecia retumbar…… boooommmm….. Creía que de un momento a otro su cerebro explotaría y se desmayaría sin sentido. En medio de la total oscuridad se dirigió como pudo a la derecha de la cueva siguiendo al pequeño animalito, pues era de la opinión que los animales son sabios y tienen un sexto sentido para encontrar las salidas más recónditas.
Poco a poco comenzó a vislumbrar un pequeño alo de luz que provenía del fondo de la galería y torpemente encaminó hacia él sus pasos, confuso y con miles de tambores y golpes en su cerebro…… era tal su confusión y su aturdimiento que… entre brumas y sin parar en su camino, le parecía ver unos mineros alumbrados por focos de carburo indicándole la senda a seguir para salir de donde estaba.
4 de Diciembre, 22 horas de la noche: exhausto y sin apenas fuerzas para dar un paso más, vio Gerard la fulgurante luz cada vez más cercana y…… cuando alcanzó a lograr salir de la galería, allí estaba ella, la gran señora, la única y de gran belleza CRUZ DE SANTA BÁRBARA, la cruz salvadora del minero y del extranjero que la miraba con cariño y admiración…. Sus ojos empañados de lágrimas por la emoción y el agradecimiento fijaron la verde mirada en la perfecta silueta de la hermosa y sin par cruz de los mineros. Sólo un pensamiento GRACIAS…. Y cayó desmayado por el dolor del impacto recibido por las grandes rocas de mineral que le produjeron un leve traumatismo craneal por lo que fue trasladado, en cuanto le hallaron, a Sevilla para tratarle en el hospital adecuado.
6 de Diciembre, 9:30 de la mañana. Gerard comenzó a abrir los ojos lentamente y lo primero que vio fue a su fiel amigo Juan dormido en el sillón del hospital.
-Juan, ¿duermes?. Preguntó con voz suave Gerard.
-¿eh? Hombre, despertaste mi hermano, has dormido dos días chico.¿Cómo estás?, que mal lo pasé mientras pudimos encontrarte, pensé que….te había perdido …para siempre, que angustia más grande……no te imaginas…..
Los dos amigos-hermanos se fundieron en un gran abrazo de felicidad por volver a estar juntos de nuevo y en sus ojos brillaban las lágrimas a punto de saltar.
-Anda, cuéntame como me encontraste tío, estoy intrigadísimo porque la galería era muy oscura y no se como pudisteis localizarme.
-Pues fue muy difícil, porque tuvieron que buscar planos de las galerías construidos en 1896 y seguir el recorrido por tierra, porque no pudimos acceder a donde estabas por miedo a que se desprendieran mas rocas y poder dañarte aún más, pero si te diré que cuando te encontramos estabas sin sentido y lo curioso es que estabas justo a los pies de la Cruz de Santa Bárbara y con dos focos de carburo a tu lado y esta cruz de madera con una cuerda antiquísima puesta encima de tu mano, ¿recuerdas algo de esto?.
-Claro que no, lo último que recuerdo es ver a dos mineros con sus focos a la salida de la galería como guiándome para que saliese y…..la Cruz….la majestuosa CRUZ de los mineros y…..mí Cruz Salvadora.

Gerard siguió viniendo a Minas de Riotinto cada 4 de Diciembre y sigue volviendo aún hoy a nuestro pueblo en éstas fechas en agradecimiento a la misteriosa y salvadora CRUZ DE SANTA BÁRBARA, y a las bondadosas y ancestrales almas de los mineros que murieron luchando por la libertad de su pueblo y que aún hoy en día velan por cada uno de sus habitantes y por todo aquel que se rinde ante los encantos de las MINAS.

jueves, 4 de febrero de 2010

"Aquel joven escocés" XXXIII

Era el motivo en el que se fundamentó el Sr. Director General para, nada más terminada la reunión, enviarle una misiva comunicándole su irrevocable despido.
Si bien Mark no justificó la ausencia, tampoco habría sido escuchada, puesto que la inicua decisión, en todo caso, ya estaba madurada. Así ejercía su inapelable, autoridad, el prepotente directivo.

En el escaso mes de inactividad a que se vio sometido, encontró comprensión, devoción y redoblado cariño en Elvira, evitándole cualquier pensamiento negativo que le asaltase. La compenetración era tal que, aquel revés del destino les hizo profundizar, aún más, en el amor que ambos se profesaban.
La tristeza por la injusticia que, en el ámbito laboral, aquejaba a Mark, se tornó esperanzadora al recibir carta de sus amigos los Swason, desde Gibraltar.
A Edward Swason hacía dos meses le habían trasladado a un alto puesto en el Gobierno de la colonia y próximas a comenzar importantes mejoras en el puerto, necesitaban un ingeniero, no militar, para dirigirlas. Conocedor de las dificultades por las que pasaban las Minas, decidió ofrecerle el empleo a Mark, sin sospechar que con ello ponía en manos de un naufrago el cable más preciado

Hacia allá marcharon, dejando atrás las rojas tierras de Rio Tinto, con sus agrestes y coloridos paisajes, el “impermeable” muro de Bella Vista, la paz del huerto y jardín de Zalamea y, sobre todo, los anacrónicos convencionalismos que encorsetaban ideas y formas de vivir de dos personas que, en momentos ideales para sus vidas, procedieron con arreglo a la ley de la naturaleza e inevitables sentimientos, marginando absurdas imposiciones sociales.

El tiempo, cual velo que cubre, -entre muchas más cosas- los humanos comportamientos, actuó como notario del recuerdo que ambos dejaron de su paso por Rio Tinto, donde los mayores, todavía guardan memoria de la joven pareja que optó por propia manera de vivir, prescindiendo de nacionalidad, diferenciadas creencias religiosas y encasillamiento social, sin validez, todo ello, ante el profundo amor de ambos, sólo con su buen hacer y el temor a Dios, de cuyo sentimiento emana la sabiduría. (Proverbios. 1,7)

"Aquel joven escocés" XXXII

En lo concerniente a la Mina y transcurridas dos semanas, después de la entrevista
del Director con Mark, el Sindicato, fuertemente arraigado en los trabajadores e impulsado por sus dirigentes, con cuartel general en Nerva, no habiendo conseguido ninguna de las mejoras solicitadas y, ante la intransigencia de Mr. Barry, convocaron una huelga en el servicio del ferrocarril. Entre otros, era uno de los servicios más sensibles para el funcionamiento del establecimiento minero.
Al producirse dicha perturbación, Mr. Barry decidió despedir a 45 obreros empleados en la línea férrea pero, la expeditiva medida enfureció a gran parte de trabajadores, que, a continuación se sumaron a la actitud de los castigados.

En Zalamea, al igual que en los pueblos limítrofes de Rio Tinto, se seguían las incidencias de la huelga con muchísima atención, al haber numerosas familias del lugar que dependían del trabajo en la Mina.
Además, el ramal del ferrocarril que la conectaba con la red de la Compañía, quedó igualmente paralizado.

Mr. Barry y sus adictos reclutaron a los esquiroles que pudieron, a fin de activar ese vital medio de transporte, consiguiendo organizar un tren que, partiendo de la Estación de El Coso, llegase a Zalamea y en el que viajaban unas parejas de la Guardia Civil y 15 guardiñas armados, comandados por el imprescindible, Don Segundino Botavieja, no pudiendo llegar a la estación de El Campillo, donde sentados en las vias y provistos de escopetas de caza, algún que otro revolver y hasta palos, esperaban entre 50 a 70 huelguistas opuestos al avance del tren.
Se llegó a la violencia física, sufriendo heridos, ambos bandos, de mediana importancia.

Como consecuencia de la gravedad de los acontecimientos, Mr. Barry reunió a Jefes y Capataces británicos para sostener un cambio de impresiones, en el Club.
Mark fue convocado, mediante nota escrita, entregada en su domicilio, por un guardiña que se vió obligado a realizar el camino a pié.
Obviamente no pudo asistir puesto que el ferrocarril no funcionaba. Tampoco tenía la posibilidad de hacerlo sobre caballería con riesgo de ser descubierto por los piquetes de huelga, poniendo en riesgo su integridad física.