lunes, 8 de marzo de 2010

RELATOS CORTOS

EL MISTERIO DE LA CRUZ DE SANTA BÁRBARA


Allá por el año 1996, llegó un muchacho Francés de unos veinte años de edad, a pasar las Fiestas Navideñas en casa de su buen amigo minero Juan. Era un chico alto, de pelo castaño y lacio peinado hacia detrás con mirada intensa co-lor verde-agua, piel blanquecina como el más blanco mármol y delgado pero a la vez musculoso. Gerard, que así se llamaba el chico, llegó a Minas de Riotinto la madrugada del día 3 de Diciembre en el autobús que venía desde Sevilla y su buen amigo Juan le esperaba en la parada de autobuses que está al lado del minero. Cuánto ansiaba Gerard encontrarse con su apreciado hermano y amigo minero después de dos interminables años de estudio en Le Pecq (Francia) y cuánto deseaba volver a ver la octava maravilla del mundo, como él llamaba cariñosamente a las hermosísimas Minas de Riotinto.
Nunca hasta entonces había venido en Fiestas Navideñas y le emocionaba tremendamente la idea de ver sobre todo la hermosa CRUZ DE SANTA BÁRBARA iluminada el 4 de Diciembre, pues tanto le había relatado Juan la belleza del paisaje minero con la Cruz reluciente, como una gran señora que todo divisa y a todos encanta, que prefirió venir en estas fechas en lugar de en verano como había venido haciendo hacía ya unos pocos de años desde que era un niño.
Después de un largo descanso en casa de Juan, Gerard se levantó con espíritu aventurero decidido a explorar algún que otro rincón perdido de sus ad -miradas y queridas Minas de Riotinto, así que propuso a Juan una salida con víveres incluidos al amanecer de aquel día con la única condición de volver a la caída de la tarde para evitar así el anochecer. Prepararon poca cosa de alimentos para no llevar exceso de peso y partieron así a la aventura sin saber lo que el destino les tenía preparado.
Corta atalaya, 10:30 de la mañana.
-Juan, pásame la cuerda, voy a deslizarme hasta el fondo, ah y la linterna por favor.
-Vale pero creo que está un poco hondo, ¿seguro que quieres bajar ahí abajo?, yo que tú no lo haría, que conste que te advierto amigo mío, no me gustaría tener que avisar a los bomberos, de acuerdo.
-Anda hombre si tenemos cuerda bastante y recuerda que hice cursos de supervivencia, tú eres un cagao tío, no me digas que tienes miedo.
-No, no te lo digo tío, tengo respeto a lo desconocido, no sabes lo que podrás encontrar ahí abajo, pero bueno, te ayudaré en lo que pueda, venga dame instrucciones.
-A ver, ocúpate de que la cuerda esté siempre bien segura y sobre todo no me sueltes rápido o tendremos tontería cuando suba.
-Eso está hecho, no te preocupes y descríbeme todo lo que veas, que seguro que será una pasada. ¿Llevas la cámara?.
-Sí es una buena cámara, última tecnología japonesa colega.

Poco a poco, con mucho cuidado fue soltando cuerda para que bajase Gerard al fondo de la galería, sin darse cuenta que un saliente picudo iba segando centímetro a centímetro la fuerte y resistente cuerda hasta que uuuuuaaaaahhhhh un fuerte grito retumbó en la lúgubre caverna……
-Geraaaaaaard…..
-Contéstameeeeee por favoooor
Nervioso y confundido Juan salió corriendo a dar parte del accidente y a llamar a la policía, los bomberos y todo aquel que pudiese ayudarle a rescatar a su buen amigo…..
En el fondo de la oscura galería con un fuerte sock en la cabeza y duramente golpeado por enormes piedras de mineral variado, estaba Gerard inmóvil en el frío suelo cubierto de una capa de polvareda rojiza y algunas rocas pequeñas desprendidas de las paredes por la brutal caída. En sus pensamientos, como en un profundo sueño se comenzaban a ver figuras con palas, cascos antiguos y focos de carburo…….parecía que un convoy de ancestrales mineros se dirigían a su encuentro……..
Gerard no supo en realidad cuántas horas estuvo inconsciente, pero….. Cuando empezó a entrar en sí experimentó una rara sensación de estar en otro mundo …… y aturdido todavía por el fuerte golpe intentó ponerse en pie y buscar su mochila o al menos la linterna pero buscó en vano pues cuando cayó las piedras salientes se iban derrumbando detrás de él de tal forma que, la mochila y demás útiles incluyendo la cámara de alta tecnología, fueron enterradas por las rocas y no pudo localizarlas porque la luz que venía de arriba había sido tapada por las rocas que se habían desmoronado como si de un gran alud rojizo se tratase. Enormemente magullado, ensangrentado y aún más confundido y desorientado por el golpe, echó a andar a gatas hasta encontrar mediante el tacto un sitio donde ponerse erguido para ir recorriendo los túneles hasta encontrar alguna salida…… pero ……aquello era interminable. De vez en cuando le sobrevenía algún que otro golpe, pues la oscuridad es traicionera y notaba el aire cargado de un olor agrio entre mineral oxidado y sangre, sin atreverse a gritar o a pedir auxilio por miedo a los desprendimientos …..de pronto, algo pequeño y escurridizo le rozó la pierna con rapidez, ñiiiiiii un chirrido de algún animalito, una rata o ratoncillo pasó por su lado como una exhalación……..
Mientras Juan fue al pueblo corriendo, como alma perseguida por el diablo, y avisó a todo aquel con quien se encontraba para que le ayudasen en la tarea de rescatar a su “hermano franchute” como él lo llamaba cariñosamente, consiguiendo así formar un grupo de hombres armados con picos, cuerdas, linternas y hasta una ambulancia por si su amigo estaba malherido, se dirigieron hacia el lugar donde había sufrido el accidente Gerard y preguntaron como se había caído, la hora, etc…..a lo que Juan respondió con rapidez, pero sobre todo lo que más pedía es que sacaran a su amigo con vida de ese agujero.

Ñiiiiiii, los ruidos escuchados por Gerard seguían hacia adelante y se dirigían hacia la derecha de la cavidad……
Booooommmm, la cabeza de Gerard parecia retumbar…… boooommmm….. Creía que de un momento a otro su cerebro explotaría y se desmayaría sin sentido. En medio de la total oscuridad se dirigió como pudo a la derecha de la cueva siguiendo al pequeño animalito, pues era de la opinión que los animales son sabios y tienen un sexto sentido para encontrar las salidas más recónditas.
Poco a poco comenzó a vislumbrar un pequeño alo de luz que provenía del fondo de la galería y torpemente encaminó hacia él sus pasos, confuso y con miles de tambores y golpes en su cerebro…… era tal su confusión y su aturdimiento que… entre brumas y sin parar en su camino, le parecía ver unos mineros alumbrados por focos de carburo indicándole la senda a seguir para salir de donde estaba.
4 de Diciembre, 22 horas de la noche: exhausto y sin apenas fuerzas para dar un paso más, vio Gerard la fulgurante luz cada vez más cercana y…… cuando alcanzó a lograr salir de la galería, allí estaba ella, la gran señora, la única y de gran belleza CRUZ DE SANTA BÁRBARA, la cruz salvadora del minero y del extranjero que la miraba con cariño y admiración…. Sus ojos empañados de lágrimas por la emoción y el agradecimiento fijaron la verde mirada en la perfecta silueta de la hermosa y sin par cruz de los mineros. Sólo un pensamiento GRACIAS…. Y cayó desmayado por el dolor del impacto recibido por las grandes rocas de mineral que le produjeron un leve traumatismo craneal por lo que fue trasladado, en cuanto le hallaron, a Sevilla para tratarle en el hospital adecuado.
6 de Diciembre, 9:30 de la mañana. Gerard comenzó a abrir los ojos lentamente y lo primero que vio fue a su fiel amigo Juan dormido en el sillón del hospital.
-Juan, ¿duermes?. Preguntó con voz suave Gerard.
-¿eh? Hombre, despertaste mi hermano, has dormido dos días chico.¿Cómo estás?, que mal lo pasé mientras pudimos encontrarte, pensé que….te había perdido …para siempre, que angustia más grande……no te imaginas…..
Los dos amigos-hermanos se fundieron en un gran abrazo de felicidad por volver a estar juntos de nuevo y en sus ojos brillaban las lágrimas a punto de saltar.
-Anda, cuéntame como me encontraste tío, estoy intrigadísimo porque la galería era muy oscura y no se como pudisteis localizarme.
-Pues fue muy difícil, porque tuvieron que buscar planos de las galerías construidos en 1896 y seguir el recorrido por tierra, porque no pudimos acceder a donde estabas por miedo a que se desprendieran mas rocas y poder dañarte aún más, pero si te diré que cuando te encontramos estabas sin sentido y lo curioso es que estabas justo a los pies de la Cruz de Santa Bárbara y con dos focos de carburo a tu lado y esta cruz de madera con una cuerda antiquísima puesta encima de tu mano, ¿recuerdas algo de esto?.
-Claro que no, lo último que recuerdo es ver a dos mineros con sus focos a la salida de la galería como guiándome para que saliese y…..la Cruz….la majestuosa CRUZ de los mineros y…..mí Cruz Salvadora.

Gerard siguió viniendo a Minas de Riotinto cada 4 de Diciembre y sigue volviendo aún hoy a nuestro pueblo en éstas fechas en agradecimiento a la misteriosa y salvadora CRUZ DE SANTA BÁRBARA, y a las bondadosas y ancestrales almas de los mineros que murieron luchando por la libertad de su pueblo y que aún hoy en día velan por cada uno de sus habitantes y por todo aquel que se rinde ante los encantos de las MINAS.

2 comentarios:

  1. tengo los pelos erizados, hace años que deje de ser creyente pero algo debe quedar dentro porque cuando he leido tu relato se me han empañado los ojos y el rojo del fondo de tu blog brilla como la ostia. Me impresionan todavia estas cosas y ... la verdad me gusta sentir todavia esa sensación. Gracias.

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